jueves, 11 de diciembre de 2014

Introduccion

INTRODUCCIÓN

Para empezar a describir los órganos de los sentidos que presenta el cuerpo humano, se debe abarcar algunos aspectos preliminares que permitan un mayor entendimiento del tema. Por ejemplo se debe tener en cuenta ¿qué es el cuerpo humano?

Se dice que el cuerpo humano es como una máquina, tan complejo y bien estructurado que cada cosa funciona para dar paso a otra. Y que nada es igual que otra, por lo que cada cosa cumple su función y también su ciclo de vida y es así como se presenta el desgaste.

De acuerdo con lo anterior, el cuerpo humano se organiza desde la célula, los tejidos, los órganos y finalmente los sistemas.

El cuerpo humano

EL CUERPO HUMANO
El cuerpo humano es la estructura física y material del ser humano. Un adulto tiene 206 huesos, mientras que el de un recién nacido está formado por cerca de 303 huesos ya que algunos, sobre todo los de la cabeza, se van fusionando durante la etapa de crecimiento.
El cuerpo humano se compone de cabeza, tronco y extremidades; los brazos son las extremidades superiores y las piernas las inferiores; cabe mencionar que el tronco se divide en tórax y abdomen y es el que da movimiento a las extremidades superiores, inferiores y a la cabeza.
El cuerpo humano está organizado en diferentes niveles jerarquizados. Así, está compuesto de aparatos; éstos los integran sistemas, que a su vez están compuestos por órganos conformados por tejidos, que están formados por células compuestas por moléculas.
El cuerpo humano posee más de cincuenta billones de células. Éstas se agrupan en tejidos, los cuales se organizan en órganos, y éstos en ocho aparatos o sistemas: locomotor (muscular y óseo), respiratorio, digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y reproductor.


Órganos de los sentidos

ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

los sentidos nos proporcionan la información vital para desarrollarnos en el mundo que habitamos. son las principales herramientas de las que disponemos todos los seres vivos, lo que nos ha hecho ocupar un lugar mas alto en la evolución, aunque su nivel de agudeza varia de un individuo a otro.


Sentido del tacto


   SENTIDO DEL TACTO.

     El sentido del tacto se debe a la existencia de unos receptores que son capaces de detectar estímulos de naturaleza mecánica, como son la presión, el pinchazo de un alfiler, etc. Son los mecanorreceptores, que se encuentran en el interior de la piel.
Los mecanorreceptores de la piel
Las estructuras mecanorreceptoras para el tacto son muy sencillas. Se trata de muchos tipos de terminaciones de dendritas de unas neuronas cuyo soma se sitúa en los ganglios espinales. A veces están protegidas por algún tipo de cubierta. Se sitúan en la parte más superficial de la piel, la epidermis, y en la más profunda, la dermis.
Cuando un mecanorreceptor recibe un estímulo táctil, se excita y emite un impulso nervioso. Como el receptor es la dendrita de una neurona, el impulso viaja hasta su soma, que está en un ganglio espinal. El estímulo sale desde el soma por el axón, que puede formar un arco reflejo en la médula espinal o puede viajar hasta el cerebro, de modo que somos concientes de las sensaciones táctiles.
Existen varios tipos de mecanorreceptores, cada uno de los cuales se especializa en la recepción de uno o varios tipos de sensaciones táctiles. Un tipo de receptor, las terminaciones libres, proporcionan informaciones de dolor y suelen establecer arcos reflejos. Otros receptores pueden captar información sobre la temperatura.

La sensibilidad
Hay zonas de la piel, como las palmas de las manos o los labios, que son mucho más sensibles que otras. Se debe a que poseen más receptores.

Los mecanorreceptores son las estructuras al servicio del sentido del tacto y se localizan en la piel.




Sentido de la vista

  SENTIDO DE LA VISTA

Los ojos son los órganos encargados de recibir los estímulos visuales; por tanto, de ellos depende el sentido de la vista. Tienen forma casi esférica, por lo que también se les conoce como globos oculares.

La estructura del globo ocular
En el globo ocular existen tres capas diferentes:
La esclerótica. Es la capa más externa. Mantiene la forma del ojo y le confiere protección, resistencia y cierta elasticidad. En su parte anterior o frontal se hace transparente a la luz y recibe el nombre de córnea.
La coroides. Es la capa intermedia. Contiene abundantes vasos sanguíneos y gran cantidad de pigmentos oscuros que absorben la luz. En su parte frontal forma el iris, que es una lámina cuyos pigmentos son los responsables de los distintos colores de los ojos. En el centro del iris existe un orificio llamado pupila, a través del cual la luz pasa hacia el interior del ojo. El iris funciona como el diafragma de una cámara fotográfica: cierra la pupila cuando hay exceso de luz y la abre cuando es escasa.
La retina. Es la capa más interna y está formada por auténtico tejido nervioso. En ella se localizan las células fotorreceptoras, encargadas de captar la luz. Son de dos tipos: conos y bastones. Los conos nos permiten ver los colores y necesitan que haya bastante luz. Los bastones funcionan con menos luz y nos permiten distinguir el contorno de los objetos, pero no sus colores.
El interior del globo ocular está ocupado por tres medios transparentes a través de los cuales tiene que atravesar la luz.
El humor acuoso. Es un líquido que rellena la cámara anterior del ojo, es decir, la cavidad situada entre la córnea y el cristalino.
 El cristalino. Es un sólido transparente que tiene forma de lente. Sirve para enfocar la imagen, debido a que puede deformarse ligeramente por la acción de unos pequeños músculos. Se sitúa por detrás del iris.
El humor vítreo. Es un líquido transparente bastante viscoso. Ocupa la cámara posterior del ojo, que es la cavidad que existe entre el cristalino y la retina.


Otras estructuras

El ojo cuenta con varias estructuras protectoras. Los párpados y las pestañas previenen que los ojos se vean dañados por cuerpos extraños. Las glándulas lacrimales sirven para mantener el globo ocular humedecido.

Las personas recibimos más información del exterior por nuestros ojos que por cualquier otro órgano de los sentidos.


Sentido del olfato

SENTIDO DEL OLFATO.


Para muchos animales el sentido del olfato es el más importante, realmente esencial para su supervivencia. En el ser humano, sin embargo, no está muy desarrollado y tiene menos importancia que otros sentidos.
En las personas el órgano receptor del olfato está en el interior de la nariz. La nariz presenta dos cavidades separadas por un tabique, que se denominan cavidades o fosas nasales. Se comunican con el exterior mediante los orificios nasales. Cada cavidad nasal está recubierta por una membrana denominada pituitaria. La pituitaria de la parte inferior de la fosa nasal se denomina pituitaria roja, debido a la abundancia de vasos sanguíneos que presenta, mientras que en la pituitaria de la parte superior, denominada pituitaria amarilla, es donde residen las células olfativas. Otra función de la pituitaria es segregar una mucosidad que tiene función protectora.

Las células olfativas
Son auténticas neuronas especializadas en la olfación. Tienen un largo cuello que acaba en un ensanchamiento del que salen cilios. Del lado opuesto de la neurona sale un axón que transmite la información al cerebro.
Las células olfativas son quimiorreceptoras, ya que son capaces de detectar sustancias químicas. El número de sustancias que se pueden reconocer es muy elevado, pero es preciso que las sustancias estén en estado gaseoso en nuestro entorno para que las partículas que las forman alcancen la pituitaria y sean captadas por las células olfativas. La cabezuela ciliada de las células debe estar siempre impregnada de mucosidad.

El sentido del olfato reside en la pituitaria amarilla de las fosas nasales, donde se localizan las células quimiorreceptoras.

Sentido del gusto

SENTIDO DEL GUSTO
El sentido del gusto nos permite conocer el sabor de los alimentos. Se localiza en los botones gustativos, que se encuentran en la parte superior de la lengua, aunque es posible encontrarlos en el suelo de la boca e incluso en la garganta.




Los botones gustativos

Los botones gustativos de la lengua se localizan en la parte más superficial de unas formaciones llamadas papilas linguales o papilas gustativas.
Cada botón gustativo contiene unas células gustativas, que son quimiorreceptoras y detectan sustancias químicas en disolución. Así pues, una de las funciones de la saliva es disolver los alimentos para que podamos detectar sus sabores.
Las células gustativas son alargadas y se disponen como los gajos de una naranja. El extremo que queda hacia la superficie de la lengua lleva unos cilios que detectan las partículas de los alimentos. Cuando detectan alguna partícula, la célula se excita y la excitación se transmite hasta el cerebro por el nervio gustativo

Tipos de sabores

Tanto las células del olfato como las del gusto son quimiorreceptoras; sin embargo, mientras que con el sentido del olfato podemos detectar una gran cantidad de olores diferentes, con el sentido del gusto sólo podemos detectar cuatro tipos de sabores: dulce, salado, ácido y amargo. También podemos detectar combinaciones de estos sabores. Cada territorio de la lengua está especializado en el registro de un determinado sabor, excepto el centro, que carece de botones gustativos.
El gusto y el olfato están muy relacionados. Cuando nos introducimos un alimento en la boca, detectamos su sabor por el sentido del gusto, pero a la vez, algunas de sus partículas se vaporizan y van a la nariz. El cerebro íntegra las sensaciones del gusto y el olfato y elabora el «sabor» de los alimentos. Por esto, cuando estás constipado y tienes la nariz taponada, los alimentos te resultan más insípidos que normalmente.


Existen cuatro sabores fundamentales: dulce, salado, ácido y amargo.

Sentido del oido

1  SENTIDO DEL OÍDO

El oído es un órgano de los sentidos que desarrolla dos funciones, la audición y el equilibrio. En él encontramos unas células receptoras especializadas en captar las ondas sonoras, al servicio del sentido de la audición, y otras especializadas en detectar el movimiento, que son las responsables del sentido del equilibrio.
Cuando son estimuladas emiten impulsos nerviosos que llegan al cerebro.



Estructura del oído


En él se distinguen tres partes:
Oído externo. El oído externo consta del pabellón auditivo u oreja y del canal auditivo externo. La oreja, debido a su especial configuración, recoge las vibraciones del aire o sonidos, y las dirige hacia el canal auditivo externo, a través del cual llegan al oído medio.
 Oído medio. Consta de una membrana llamada tímpano, que vibra al recibir las ondas procedentes del canal auditivo externo y una cavidad en cuyo interior se encuentran suspendidos unos huesecillos unidos entre sí, llamados martillo, yunque y estribo. El martillo está en contacto con el tímpano y recibe sus vibraciones, que transmite al resto de huesecillos. Existe un conducto, la trompa de Eustaquio, que comunica el oído medio con la faringe.
Oído interno. Está situado en el interior del cráneo y presenta una estructura parecida a la concha de un caracol que recibe el nombre de cóclea. El estribo transmite sus vibraciones a una membrana llamada ventana oval, que se encuentra en el inicio de la cóclea. El interior de la cóclea está rellena de un líquido, la endolinfa, y presenta una estructura conocida como órgano de Corti. En este órgano hay unas células con cilios que, al recibir las vibraciones de la endolinfa, se excitan. El estimulo se transmite hasta unas fibras nerviosas. El conjunto de todas estas fibras da origen al nervio auditivo, que se dirige hacia la corteza auditiva cerebral.
El oído es el órgano de la audición y del equilibrio. Los sonidos se reciben en la cóclea.